Jamestown, Virginia – El pasado domingo 13 de mayo, el Presidente de los Estados Unidos, George W. Bush estuvo presente en la celebración del 400 aniversario de la fundación de Jamestown, primer pueblo fundado por los emigrantes de las colonias inglesas que se volverían luego la nación americana. Al final de las actividades, mientras la orquesta tocaba la canción «Stars and Stripes Forever», el Presidente le solicitó a la directora de la orquesta, JoAnn Falletta, que le dejara dirigir la orquesta, a lo cual ella accedió. Sin embargo, lo que pareció un momento jocoso ha despertado ancestrales rencillas y desatado actos de violencia entre los integrantes de la orquesta e inciando una Guerra Santa que se está regando como pólvora en los Estados Unidos.
El Presidente Bush, de nuevo metiendo la cuchara en algo que no entiende y comenzando otra Guerra Santa
El primer acto de violencia ocurrió una hora después de la finalización del concierto, cuando los integrantes de la sección de violines de la orquesta encontraron sus instrumentos destrozados cuando se preparaban a empacar para irse para sus casas. Se encontró un mensaje amenazando de muerte a los «adoradores de la Clave de Sol» a menos que renunciaran a su dios falso. Aunque no se sabe exactamente quién realizó el acto de vandalismo, sospechosos no faltan en el peligroso mundo de música de orquesta. Se sospecha a la sección de percusión ya que alguien escuchó a uno de los violinistas decir la frase «Nosotros los músicos, dijo el que tocaba los palitos…», el cual se considera un insulto a los percusionistas ya que implica que los percusionistas no son músicos de verdad, y es también una mofa a la Clave de Percusión, la cual consiste en dos lineas verticales en el pentagrama. Tampoco se podía descartar a los músicos de los instrumentos graves como la tuba y el bajo, quienes profesan su adoración a la Clave de Fa. La guerra entre los seguidores de la Clave de Sol, asociada con instrumentos de tonos agudos, y los seguidores de la Clave de Fa, es legendaria.
Los emblemas de tres de las posibles facciones en guerra, de izquierda a derecha: la Clave de Sol, la Clave de Fa y la Clave de Percusión (mano, en serio… ¿dos palitos? A la verdad que se la buscaron)
«Dirigir una orquesta filarmónica no tan sólo se trata de mantener a todos los músicos en la misma página», nos expresó Roselín Pabón, director de la Orquesta Sinfónica del Conservatorio de Música de Puerto Rico. «A través de los siglos que la música ha existido, se han desarrollado varias facciones y sectas y si el director no es cuidadoso, éstas pueden salir a la luz y crear problemas. Este tipo de situación es algo que los directores de orquesta hemos venido temiendo hace tiempo. Sabiendo que este Presidente es un experto en caldear ánimos después de la experiencia de Irak, donde la violencia entre las dos grandes ramas musulmanas Sunni y Shiitas fueron orquestradas por él, se me hace difícil entender cómo la directora le permitió dirigir la orquesta».
Se le preguntó al Maestro Pabón qué exactamente hizo el Presidente durante el concierto que comenzó estas hostilidades y nos contestó que no sabría hasta ver un video de los momentos que el Presidente dirigió la orquesta. Mientras veía el video, su cara comenzó a palidecer rápidamente. «¡Oh, Dios mío! ¿Qué has hecho, JoAnn? Habrá ríos de sangre… ¡Oh, Dios mio, y mi nene toca el saxofón! Perdónenme, pero tengo que poner a mi familia a salvo», dijo Pabón saliendo apresuradamente de su oficina.
Roselín Pabón, director de la Orquesta Sinfónica Del Conservatorio De Música, luciendo lo más comemierda posible para nuestras cámaras
Los actos de violencia ya han escalado y están comenzando a verse en otras áreas de Estados Unidos, donde escenas similares se han estado dando en santuarios de la música como la Universidad de Berkeley, y el Symphony Hall en Massachussets, donde ya se ha reportado incendios y víctimas fatales. También ya se reportó el primer acto de violencia fuera de los Estados Unidos, cuando el pianista griego Yanni encontró su piano de cola cortado por la mitad en su casa de campo en su pueblo natal de Kalamata en Grecia. Se encontró una nota al lado de piano que rezaba «Hora de decidirte, cabrón», en alusión al hecho de que los pianistas leen en Clave de Sol para la parte derecha del piano y en Clave de Fa para la parte izquierda.
Sin embargo, lo que tiene preocupado a los expertos de la música es el silencio de parte de los secretivos seguidores de la Clave de Do. «Nunca se sabe con esos cabrones», manifestó el afamado compositor John Williams mientras examinaba los daños en el Symphony Hall de Boston, donde dirige a los Boston Pops. «¿Ustedes han visto la Clave de Do? Eso sí que mete miedo, cuando esa gente se meta, ahí sí que nos jodimos», finalizó.
Rápido, mencionen un instrumento que utilice la Clave de Do: nadie sabe nada de ellos, y se rumora que fue el mismísimo vampiro Lestat el que diseñó la clave… Dios nos coja confesaos