Caguas, Puerto Rico – Luego de una semana de lucha, sudor y lágrimas, empleados del Departamento de Comunicaciones del Municipio Autónomo de Caguas llegaron a un acuerdo con el municipio para poder tener un estacionamiento frente a frente con sus oficinas. Durante los pasados meses, los empleados llevaban quejándose de lo lejos que quedaba el estacionamiento de sus oficinas, teniendo que caminar bajo sol y lluvia de sus carros a la oficina. Ante los oídos sordos de la administración, éstos hicieron una línea de piquete bajo una carpa al frente de las oficinas, teniendo como sustento sólo botellas de agua y salchichas Carmela; luego de finalmente llevar su querella a la corte, los empleados resultaron victoriosos y convocaron una conferencia de prensa celebrada en la Plaza Santiago Palmer de Caguas.
Ésta es la larga travesía que los empleados tenían que recurrir arduamente todos los días para llegar a sus oficinas luego de estacionarse
«No queríamos tener que llevar este asunto a la corte, pero todo cambió cuando varios de nosotros empezamos a tener experiencias desagradables de camino a la oficina y la administración seguía ignorándonos», declaró la directora del departamento de comunicaciones, Fabiola Betancourt. La «experiencia desagradable» a la que se refería se trata de que un hombre le gritó «¡Tanta carne y yo a dieta!» mientras ella caminaba de su carro a la oficina, por lo que ella le dio una pedrada al carro del atorrante, teniendo luego que pagarle $300 en daños. «Esto no se puede repetir: ¿qué se cree ese cabrón? ¡Que me la mame con to’ y panty!», dijo Betancourt todavía visiblemente molesta.
Escena del desagradable suceso en donde la señora Betancourt fue comparada con un pedazo de carne no apto para alguien a dieta
Uno de los asesores de comunicaciones, José Ernesto Martínez, organizó a los empleados y comenzó el piquete luego de un resbalón que éste se dio un día lluvioso mientras caminaba a la oficina. «Fue entonces que me di cuenta que tenía que hacer algo, que no es necesario que caminemos tanto y lleguemos con sendo pancake a la oficina todos los días», declaró. Martínez tuvo su propia escaramuza con la ley, al haber sido encarcelado de un día para otro por haber gritado en pleno juicio «¡Ojalá te mueras cagando!» al juez que presidía las vistas de la querella, cuando parecía que éste iba a decidir en su contra. Sin embargo, Martínez fue liberado al día siguiente luego de haberle enviado al juez una canasta llena de croquetas de jamón junto a un oso de peluche vestido de presidiario con una tarjeta que leía «I’m Beary Sorry«.
El adorable osito reo que le ablandó al corazón al juez y liberó a José Martínez de la cárcel
«A mí sin cojones me tiene esto del estacionamiento», declaró Andrés Berríos, artísta gráfico del departamento de comunicaciones. «Yo sólo me junté con mis compañeros para comer salchichas Carmela y tomar agua de gratis en vez de trabajar». Por su parte, Berríos está en investigación por la supuesta amenaza de arrancar a fuerza de grúa la estatua del fenecido cantante, Felipe «La Voz» Rodríguez y llevársela para la casa. «¡Eso es mentira! ¡Mentira! ¿Para qué me quiero llevar una estatua que tiene la boca abierta como si fuera una muñeca inflable?», cuestionó Berríos, descaradamente comiendo salchichas en plena conferencia de prensa. «Tengo que aprovechar la ocasión: mi mujer sólo compra salchichas Food Club, las cuales son muy saladas, y yo tengo que velar mi presión».
Estatua del cantante Felipe Rodríguez que está o cantando o listo para un obsceno acto de felación
El alcalde de Caguas, William Miranda Marín, no se personó a la conferencia porque éste se encuentra en los Estados Unidos firmando los últimos papeles necesarios para la adopción de un adolescente de 15 años de orientación homosexual, pero sí envió un mensaje pre-grabado: «¿Qué importa que el nene sea un tragaleche? Sigue siendo un ser humano y pronto será mi adorado hijo», manifestó, defendiéndose innecesariamente. Por su parte, el vicealcalde de Caguas, Wilfredo Puig Pérez, tampoco asistió, declarando indignado que no quiere cartas en el asunto porque nadie le dejó salchichas Carmela. «Esos cabrones se comieron las salchichas y no me dejaron nada, y yo que hago un asopao de salchichas para chuparse los dedos hasta el codo. ¡Ahora, que me mamen esta salchicha!», invitó iracundo el vicealcalde en su propio mensaje pre-grabado.