Oakland County, Michigan – El infame patólogo Jack Kevorkian, también conocido como el Dr. Muerte, anunció esta semana que se estaría postulando como Congresista por el noveno distrito congresional de Michigan. El Dr. Kevorkian cobró notoriedad en los noventas al asistir a sobre 100 personas con enfermedades terminales a acabar con sus propias vidas. Éste fue condenado a prisión, pero está fuera ya por buena conducta y como pueden imaginar, tiene la receta para lo que él considera un gobierno enfermo.


Ése es el Dr. Kevorkian; eso que tiene al lado se llama el «Mercitrón» y hace exactamente lo que están pensando. El Mercitrón, eso es correcto gente: nosotros no podríamos inventarnos un nombre tan cabrón

El Doctor Kevorkian, en una reunión con la prensa para anunciar el lanzamiento de su campaña e incluso compartir sus preferencias musicales (su banda favorita de rock son Los Caramelos de Cianuro y Death Cab for Cutie), nos explicó el porqué de su campaña: «Necesitamos un poco de honestidad y sinceridad en lugar de un gobierno corrupto en Washington», aseguró el doctor a la prensa. «Este gobierno enfermo ha contagiado a nuestra democracia de una manera tal que ésta se encuentra agonizando en cama, sufriendo una muerte lenta y dolorosa. Está en etapa terminal y clamando por misericordia. Créanme, que de eso yo sé», mientras nos daba su ya conocida sonrisa desencajada.


El Dr. Kevorkian también aseguro que sacaría al viejo Lincoln de su agonía: «Para Lincoln, le tengo el MegaMercitrón 500. Ya bastante a sufrido en silencio viendo cómo este país se hace mierda, ¿no creen?»

Se le preguntó al doctor Kevorkian si él tenía algo de valor que ofrecerle al país y a sus constituyentes durante esta campaña, a lo que respondió: «Seguro que tengo algo que ofrecerle a este país (empezando con mi propuesta de ‘Mano BIEN Dura Contra el Crimen’). Este país que casi se está desangrando por una recesión económica y una guerra innecesaria clama por un final rápido a este dolor. ¡De aquí escucho yo a nuestra preciada Dama Libertad gritando en agonía mientras Bush y sus secuaces nos quitan todas nuestras libertades en su mal llamada guerra contra el terrorismo! ¡Dama Libertad, yo sé cómo acabar con tu dolor de una vez y por todas! Y finalmente, mis preciados constituyentes: yo sé lo que sufren ustedes todos los días cuando este infame gobierno se los clava día tras día en este gran estado de Michigan, cada vez que botan más gente de nuestras antes legendarias fábricas automotrices, o cierran plantas para llevárselas al exterior. Yo sé lo que ustedes sufren: es como estar muerto en vida, ¿cierto? Pues yo tengo la respuesta para acabar con todas estas cosas, y huele a almendra. De hecho, tengo un par de caramelitos de almendra aquí. ¿Gustan?», ofreció mientras la prensa presente salía apresuradamente del cuarto.