San Juan, Puerto Rico – En una noticia dada en primicia por el magacín Primera Hora, se informó durante el día de ayer que Puerto Rico es el segundo país más feliz del mundo, solamente detrás de Dinamarca. Sin embargo, esto representa una bajón, ya que en el 2005, Puerto Rico fue clasificado como el país más feliz del mundo. El Gobernador de Puerto Rico llamó a una conferencia de prensa para expresarse sobre esta noticia y adjudicar responsabilidades.


¿Que no sabías que eres feliz? ¡Qué puertorriqueño más negativo eres!

«En el 2005, Puerto Rico fue catalogado como el país más feliz del mundo. Hoy es número dos. ¿Por qué? Tristemente, este bajón fue un resultado directo de la corrupta legislatura de Puerto Rico», dijo Aníbal Acevedo Vilá con el tono solemne que usa para su papel de mártir que ya todos conocemos. «Temprano en el 2004 era claro que, debido a la intransigencia de la Legislatura, no íbamos a poder traer una sola obra visible a Puerto Rico. Es por eso que tomamos la decisión de añadir al agua de la Isla el suplemento conocido como Amiplín 500. Sé que los estábamos endrogando para que les valiera un comino todo, pero era la única alternativa que me quedaba para poder hacerlos felices. Es por eso, y echando a un lado el precio político, que decidí endrogarlos a todos ustedes, y resultó: ustedes fueron el país más feliz del mundo».


Amiplín 500 te pone feliz, no importa lo que sea: ¡gracias, Aníbal!

El Gobernador continuó: «Pero esta Legislatura, que te espetó el IVU, que me forzó a subirte el agua y la luz, que me obligó a detener el gobierno, que debajo de la mesa echó a correr la investigación federal en mi contra y que quiere verte completamente infeliz con tal de que votes por el partido de ellos, nuevamente ha puesto un nuevo escollo en el camino. Nos han cortado nuevamente el presupuesto, y esto nos ha forzado a usar la marca genérica de Amiplín 500, llamada Foquetazo Extra Strength. Obviamente, no va a ser tan efectiva como Amiplín 500, y es por eso que aunque sigues sintiéndote feliz, has sufrido este bajón notable. A mí no me importa el costo político y por eso te lo digo en blanco y negro: te endrogué. Lo hice porque era la única forma de salvar tu felicidad. Ahora que la Legislatura explique por qué ellos no quieren que tú seas feliz, con la droga que tú te mereces», declaró, soltando una lagrimita de cocodrilo.

Nos dirigimos prontamente al Capitolio para conseguir reacciones de los miembros de la Legislatura, pero nada nos preparó para lo que encontramos: legisladores empepa’os con Amiplín 500 comprados con los chavos del pueblo de Puerto Rico. «¿El Gobernador nos está echando la culpa de nuevo? Pues a mí, plin», dijo el Presidente de la Cámara, José Aponte, claramente bajo los efectos del fármaco. Le preguntamos que cómo era posible que la Legislatura sí tuviera acceso a las Amiplín 500 y siguiera haciéndole la vida imposible a la Rama Ejecutiva a expensas del Pueblo, pero éste se fue ignorándonos completamente, comportándose como si creyera que sus acciones no tienen consecuencia (el cual es el efecto principal del Amiplín 500, después de todo). Tocamos puerta tras puerta consiguiendo exactamente la misma reacción: una Legislatura completamente indiferente a la posibilidad de que el Pueblo estuviera molesto con ellos. En una nota al calce, queremos resaltar que el Dr. Pedro Rosselló es el único que no está empepa’o con Amiplín 500, porque cuando tratamos de conseguir su reacción a las acusaciones de Aníbal, el ex-Gobernador nos sacó el dedo malo.


Como médico, Pedro Rosselló sabe de las posibles consecuencias del abuso del Amiplín 500 y se rehúsa a usarlo: irónicamente, él es probablemente quien más lo necesita