San Juan, Puerto Rico – A pesar de que fue reportado a través de toda la prensa del país que el senador novoprogresista Jorge De Castro Font fue arrestado el pasado jueves por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, duh), el Senador ha insistido que ésas son «viles calumnias destinadas a mancillar mi incólume reputación legislativa», y que en efecto él nunca ha sido puesto bajo arresto a pesar de toda la evidencia fotográfica que lo evidencie.
El senador penepé Jorge De Castro Font, hablándole a la prensa sobre su no-arresto
El evidentemente falso rumor regado por toda la Isla fue que el jueves pasado, agentes de la FBI se personaron donde De Castro Font se encontraba reunido con su abogada (seguramente hablando de las cosas que suelen hablar las personas inocentes que por alguna razón necesitan un abogado), lo esposaron, y se lo llevaron arrestado en un vehículo federal. Según cuentan las malas lenguas (y las nuestras que no son muy buenas lo repiten), al Senador se le acusa de 31 cargos de soborno, fraude electrónico, extorsión, lavado de dinero, y uso excesivo de brillantina, entre otros. La fianza impuesta fue de $200,000 dólares (o, convertido a una cantidad que pueda entender el supuesto acusado, «un soborno y medio»), y ésta presuntamente fue prestada casi inmediatamente, por lo que De Castro Font fue puesto en libertad bajo palabra y alegadamente obligado a usar un grillete electrónico de localización (apodado el «Legislator LoJack«).
Jorge De Castro Font, aparentemente diciéndole adiós a la libertad
«Estas acusaciones son absoluta, completa, y plenamente falsas«, declaró enfáticamente el Senador, quien, a todas luces, sí es al menos culpable de la imputación de uso excesivo de brillantina. «Yo he llevado una vida política inmaculada, y ciertamente nunca he sido arrestado por el mentado ‘Negociado Federal de Investigaciones’: ¡yo ni sé qué carajo es eso! ¿Qué diablos es un ‘negociado’, dicho sea de paso? Énigüei, el punto es que todo esto se trata simplemente de personas con lengua viperina que están regando falsos rumores, usando granitos de la verdad para crear malentendidos y, francamente, encontrarle la quinta pata al gato. ¿Simplemente porque me ven dizque esposado y llevado a una van que dice ‘FBI’ por un hombre enchaquetado y con pinta de federal, van a estar llegando a estas conclusiones prematuras»?, cuestionó De Castro Font incrédulo.
Jorge De Castro Font, no siendo llevado, esposado, por un agente federal: ¡tus ojos te engañan!
De Castro Font sí admitió que fue visitado por hombres con gafas oscuras y vestidos de chaquetas negras que leían «FBI», pero que éstos pertenecían a la agrupación llamada «Financial Banking Institutions» («FBI», por sus siglas en inglés), quienes venían para que el Senador los «asesorara en materias económicas y financieras», en las palabras de éste, «porque en Washington ninguna entidad bancaria se tira un peo sin pedirle la opinión a este curita». De Castro Font aseguró que no había nada de extraño con que vieran a «agentes del FBI» acompañándolo y escoltándolo al vehículo oficial de la agrupación, «que quizás parecerá una pisicorre, pero es que ellos son muy conscientes de malgastar dinero en vehículos más vistosos». Explicando la presencia de lo que a simple vista parecieran esposas alrededor de sus muñecas, el Senador rio diciendo que no eran esposas, «sino pulseras Rayma, de ésas que se usan para balancear los iones y realinear los chacras, que me regaló mi buen amigo Walter Mercado». Aseguró además de que el aparato electrónico que lleva en la pierna no es un grillete electrónico, «sino uno de esos anklets para hombres que son el último grito de la moda en Europa: ¡allá ustedes si son tan jíbaros que ni los habían visto todavía!».
Prueba ofrecida a la prensa por De Castro Font de que él y Walter Mercado son «panitas fuertes»
Ciertamente hay muchos entre los seguidores acérrimos del senador novoprogresista que aceptaron como buena la explicación ofrecida por éste: «¡Si De Castro Font dice que es embuste que se lo llevaron arrestado, es embuste!», exclamó uno de sus fanáticos. «¡Si fuera a creer que de verdad se lo llevaron arresta’o simplemente porque tipos que parecen agentes federales lo condujeron a una van con lo que parecían ser esposas en las muñecas, tendría que creer cualquier cosa que viera con mis propios ojos y que fuera corroborada por todas las entidades mediáticas de Puerto Rico y de los Estados Unidos!». Por su parte, en un escueto comunicado de prensa, Rosa Emilia Rodríguez, la jefa de la fiscalía federal en Puerto Rico, refutó las «excusas fatulas» del Senador, sentenciando que «al idiota que le crea a De Castro Font el cuentecito pendejo ese de que no se lo llevaron arresta’o na’ y de que lo que tenía en las muñecas en vez de esposas eran pulseras Rayma, tengo un puentecito en el Viejo San Juan que le podría vender baratito».
¿Pulsera que te balancea los iones, o parte de un par de esposas? Tú decides