Pawtucket, Rhode Island – La compañía de juguetes Hasbro, creadora de la línea de figuras de acción (¡no muñecas!) de G.I. Joe, anunció que sacaría del mercado su «G.I. Joe Waterboarding Fun Playset», el cual se popularizó hace algunos años cuando salió a relucir que los Estados Unidos utilizaban prácticas de tortura al interrogar los prisioneros de Al-Qaeda en Guantánamo. Esta decisión de cancelar este juguete se dio a raíz de que ya el concepto de torturar a presuntos terroristas no es considerado «cool«, como lo era bajo la administración pasada.
El «playset» donde los niños pueden fingir que G.I. Joe está torturando a algún villano boquicerrado
El juguete, dirigido a las hordas de niños pre-pubescentes con una sed insaciable de canalizar sus instintos bélicos, había sido el último en salir al mercado de la línea de figuras de acción conocida como «G.I Joe». Dicha línea cuenta con dos facciones: los G.I. Joe (o sea, los «buenos»), que son militares estadounidenses con nombres estrambóticos y uniformes que retan los confines de la política del «Don’t Ask, Don’t Tell«; y los Cobra (los «malos»), pertenecientes a un grupo terrorista con ningún objetivo claro establecido y cuya única cualidad redentoria es que son blancos, no árabes, haciendo de éstos los juguetes más «politically-correct» desde los Cariñositos.
El personaje de G.I. Joe conocido como Shipwreck, quien parece chiripear como uno de los «Village People» en su tiempo libre
En el 2004, cuando se reveló que los presuntos terroristas encerrados en la base militar en Guantánamo eran torturados por el ejército estadounidense con la técnica del simulacro de ahogo (mejor conocida como «waterboarding«) , Hasbro vio esto como su oportunidad dorada para «traerle realismo a nuestra serie de G.I. Joe, y también para bajarnos un buen billetazo». James Cunningham, el Director de la División de Juguetes Bélicos y de «My Little Pony», explicó que «en aquella época no vimos nada malo con explotar la vergonzosa situación que atravesaba el ejército americano para sacarle provecho económico… y para serles francos, todavía no le vemos nada malo, pero como de repente esto de torturar terroristas ya no parecer ser algo aceptado, por eso estamos sacando ese ‘playset‘ del mercado». Cunningham se refiere a que la administración del ex presidente George W. Bush y su tenebroso vice presidente Dick Cheney no sólo autorizó ese método de tortura de simulacro de ahogo, sino que lo defendió públicamente, y ahora la administración del presidente Barack Obama le puso fin a la práctica. «A mí honestamente ni me va ni me viene si hay soldados de mi gobierno ahogando a Mohammed o a Abdulah para que choteen a sus compinches», explicó Cunningham maquiavélicamente, «¡pero lo que sí me jode el parto es que ahora tengamos que dejar de vender ese ‘playset‘ que tantos chavos nos dejaba!».
El exterior de las facilidades de tortura, con miradores para dispararle desde lejos a cualquier periodista metiche
La decisión de dejar de manufacturar este juguete fue una buena noticia especialmente para Cobra, y en particular para Cobra Commander, el insidioso líder de la organización terrorista: «Éssta ess una noticcia ssenssaccional para nossotross», susurró sibilantemente el sedicioso cabecilla de las hordas serpentinas. «Ya esstábamoss hartoss de que essoss ssoldaditoss maripossoness de G.I. Joe noss ssometieran a esse ssimulacro de ahogo… ¡essass tácticass ssucciass de interrogacción ssólo deberían sser nuesstrass!», sentenció con certeza. Cobra Commander recordó cómo «la vezz que Desstro fue torturado, esse ssato ssoltó muchass cossass ssobre nuesstra organizzacción… ¡inclusso ssobre miss amoríoss ilíccitoss con Zzartan! Ahora G.I. Joe ssólo podrá contar con ssuss fuentess de ‘inteligenccia’ fatulass para tratar de derrocarnoss…¡ssufran, bitchess!».
Cobra Commander, feliz detrás de su máscara de que ya G.I. Joe no tendra dónde torturar a las fuerzas del mal
Como era de esperarse, Duke, el dirigente de las fuerzas del bien, rechazó el que se hayan clausurado las facilidades de tortura y catalogó la movida como «una gran cobardía que solamente pone en riesgo la seguridad del pueblo americano, y del mundo entero». Duke explicó: «Ustedes no entienden lo difícil que es luchar contra un ejército el cual, no importa cuánto les disparemos, cuántas bases les destruyamos, o cuántos aviones les derribemos, nunca podemos matar a ninguno de sus soldados. ¿Cuántas veces hemos creído haber finalmente asesinado al maldito Cobra Commander destruyéndole su centro de mando, para luego ver cómo al último segundo se salva pelonamente escapando en algún tipo de vehículo escondido? Al menos cuando le disparamos a esos malditos soldados androides, sí los destruimos, pero total, siempre hacen más. ¿Cómo podemos pelear contra un enemigo así? ¡Tenemos que poder usar todas las técnicas en nuestro arsenal! ¡No podemos darnos el lujo de que retiren el ‘Waterboarding Fun Playset’ y que no nos permitan seguir torturando!», exclamó Duke píamente.
Duke, cuyos cabellos rubios, ojos rubios, dientes rubios, y halo angelical nos dejan saber que representa a «los buenos» (sin importar qué técnicas use para obtener información de sus prisioneros)
El presidente Obama, sin embargo, apoyó la decisión de Hasbro: «Nuestros niños ya vienen de fábrica con un instinto bélico que nuestros juguetes no deberían seguir exacerbando. Yo sé que mientras haya lupas para quemar hormigas y sal para disolver lapas, los niños del mundo encontrarán cómo hacer barbaridades… pero eso de fabricar un ‘playset‘ para que Gung-Ho pueda ahogar de embuste a Major Bludd no me parece que incentive el comportamiento adecuado. Además, que esa mierda de torturar no funciona… ¡porque si funcionase, ni pa’l carajo la hubiese descontinuado yo!».