Durante la investigación del incidente se supo que el Teniente Jesús Martínez estaba de guardia dentro del cuartel general durante la noche de ayer y sin embargo aseguró no haber escuchado nada: «Estos ladrones tuvieron que ser la changa: yo estaba en mi escritorio comiendo donas Krispy Kreme de lo más tranquilo y viendo un maratón de ‘Law & Order’ en USA, y de repente me di cuenta que el edificio alrededor mío había desaparecido y que yo estaba sentado en un lote baldío. ¡Hasta la maldita caja de donas se robaron esos desgraciados!», se quejó el agente, lamentando no haberle podido meter el diente a esa dona de chocolate que estaba dejando para lo último. Al insistirle al Teniente que cómo es posible que el atraco haya pasado desapercibido si él estuvo despierto en todo momento, éste confesó cabizbajo: «Bueno, puede ser que me haya quedado dormido luego de ver tres o cuatro episodios de ‘Law & Order’: o sea, el programa es bueno, ¡pero no es como si fuera ‘NYPD Blue’!».
«Qué. Foquin. Vergüenza», declaró atónito el Superintendente José Figueroa Sancha en conferencia de prensa. «O sea, que nos roben un vehículo al frente de nuestras propias narices es una cosa, pero, ¿cómo puede ser que nos hayan robado un edificio entero sin que nadie se diera cuenta, ni siquiera los deambulantes que de seguro estaban en la luz de abajo pidiendo chavos? Y hablando claro, ¿para qué querría alguien tener su propio cuartel general de la Policía? ¡Ja! ¿Habrá alguien que crea que puede hacer nuestro trabajo mejor que noso–? ¡Bajen las manos! ¡Esa pregunta fue retórica!», tronó el jefe policiaco al ver que todo el mundo en el salón levantó la mano.
La Policía publicó un comunicado de prensa en el cual describieron el edificio hurtado como «gris, de unos 7 u 8 pisos de altura y feo con cojones», y le ruegan a la ciudadanía que de verlo se lo informen inmediatamente al primer agente policiaco que vean en la calle, añadiendo: «ni se molesten en llamarnos, porque nos robaron los teléfonos también». Se le advierte al público que estén pendientes de que los ladrones no hayan tratado de disfrazar el edificio haciéndolo pasar por una sucursal del Banco Popular, pintándolo de un color menos feo o poniéndole un enorme bigote postizo. Figueroa Sancha aseguró que su agencia está utilizando todos los recursos disponibles para hallar el cuartel hurtado, y predijo que no sería difícil encontrar un edificio de ese tamaño por más que traten de esconderlo, «a menos que lo tengan guardado en La Perla… ¡porque a esa ollla de grillos nosotros no bajamos ni a buscar billetes!».