«Después del primer día era claro lo que le estaba pasando», aseguró el Dr. Ion Paulik, director del Instituto Checo de Investigaciones Baladís y psiquiatra en el Hospital Capestrano en su tiempo de ocio. «O sea… ¿ustedes se acuerdan de este tipo? Éste es el mismo tipo que se jactaba de que le partía la cara a cualquiera porque dizque sabía karate. Es el mismo tipo que se guillaba de ser el senador más poderoso de la Legislatura y se la pasaba luciendo su relojito Rolex mientras decía que él era miembro de la élite adinerada de Puerto Rico. Es el mismo tipo que cuando se casó, llamó a El Nuevo Día para que le cogieran fotos con su jevita en Casa Manresa. Narcissist much?«, rememoró el Dr. Paulik.
«Mírenlo ahora… pelá’o, cerca de pasar el resto de su vida en una cárcel y la jeva lo dejó y le puso una orden de protección. No, brother, aquí no hay nada más que buscar. Lo diagnosticamos esa misma noche con una ‘bajá’ de moco’ y lo enviamos a llorar pa’ maternidad», intimó el Dr. Paulik. Sobre el tratamiento a seguir para el otrora senador, el Dr. Paulik indicó que el ego-trip que el ex Senador tendrá cuando empiece a meter a medio mundo en la cárcel en los próximos meses facilitará su transición a un Don Nadie has-been.