«Luego de haber perdido con la manipulable titerita que me ganó,» declaró la derrotada candidata a la presidencia de las mujeres progresistas, la representante Albita Rivera, «es momento de trabajar todas unidas en beneficio de la mujer puertorriqueña. Ya la contienda terminó y somos todas una. Lidereadas por un hombre chantajista con agendas escondidas como [Thomas] Rivera Schatz, pero unidas y sin rencores. De todos modos, aunque las mujeres hayan sido tan imbéciles como para elegir a la idiota esta como presidenta en lugar de a alguien con diezmil veces más experiencia que ella, la colectividad sale fortalecida y unida», añadió. Al preguntarle cómo pueden salir unidas de un proceso tan álgido como éste, Rivera aseguró que «nada dice ‘unidad y fortalecimiento’ como un cat fight entre dos viejas mal habladas».
Por su parte, la vencedora de esta contienda, la senadora Itzamar Peña, confirmó que todo es «color azul celeste entre las mujeres progresistas» y dio la bienvenida a todas las mujeres que quieran unirse a la causa dentro del partido: «Definitivamente, tenemos que poner nuestras diferencias a un lado y trabajar unidas por la mujer. Un fraternal abrazo progresista para todas las perdedoras boconas que no pudieron ser salvadas de esta pela ni por la Liga de la Justicia«, expresó Peña mientras removía misteriosas manchas de sangre de sus nudillos. «Todas y cada una de las mujeres serán bienvenidas con brazos abiertos, aunque se les hayan caído hasta sus pestañas postizas de tanta gaznatá’ que recibieron», aseveró enfática mientras el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz miraba sonreído.
Mientras tanto, una lluvia de botellazos e insultos entre miembros de la juventud del partido se encargó de garantizar que las futuras generaciones estadistas dirimirán sus diferencias con la altura que caracteriza a los líderes de la colectividad. «La juventud penepé habló, y ahora tenemos que continuar el legado de nuestros líderes del pasado», aseguró Ricardo Rodríguez, nuevo presidente de la juventud progresista. Al preguntarle si se refería al legado de don Luis A. Ferré, Rodríguez aclaró que «realmente me refería al legado de Chicky Starr, de resolver to’ a batazo limpio. Pero sí, podemos escuchar a don Luis de vez en cuando. ¿Tú tienes su número de celular por ahí apuntado?», preguntó, demostrando que la próxima vez que un joven novoprogresista escuche la famosa frase «La razón no grita; la razón convence», será la primera.
Al ser abordado sobre el tema, el gobernador de Puerto Rico y presidente del PNP, Luis Fortuño, tildó los violentos sucesos como «normales en este tipo de evento». «[La guerra de botellazos] es parte de la ebullición y efervescencia que es natural entre los jóvenes», aseguró Fortuño, sin aclarar si se refería a los jóvenes del Campamento El Zarzal en Río Grande, el de El Limón en Mayagüez, o a alguna otra institución de rehabilitación de menores en la Isla.
«Aquí lo importante es que logramos todos nuestros objetivos», enfatizó el Gobernador. «Además de poner a dos viejas a gritarse obscenidades y a nuestros jóvenes a pelear a botellazos, fingimos que nos gusta la plena y demostramos una vez más nuestro compromiso de separar el gobierno de la política partidista nombrando como secretario de partido al Presidente de la Junta de Planificación. ¡Y todo esto mientras deleitamos al público poniendo a J-Go a bailar merengue!», declaró emocionado Fortuño. «Yo creo que demostramos una vez más nuestro compromiso con el futuro de nuestro país», sentenció el Gobernador, mientras cientos de miles de puertorriqueños se conectaban al portal de American Airlines para separar sus pasajes a cualquier sitio menos éste.