«¡Bueno que les pase por estar exigiendo que algo gestionado por una organización del gobierno salga bien!», exclamó Cruz, lavándose las manos de los mierdosos actos de apertura de los Juegos Centroamericanos. «¿Qué razón le hemos dado al Pueblo para creer que los actos de apertura no iban a ser un despingue embarazoso? Pa’ empezar, es harto sabido que las cámaras del Canal 6 son Camcorders ochentosas que conseguimos en pulgueros alrededor de la Isla que nuestros camarógrafos ni siquiera saben usar», lo que explica por qué parecía que la ceremonia fue grabada por niños de elemental en sus camaritas Fisher-Price.
Cruz fue mordaz al rechazar críticas provenientes incluso de personas que participaron en la actividad misma, tales como la cantante Olga Tañón y la actriz Cordelia González. «Todo lo que diga la Tañón me vale madre porque ella no vive en Puerto Rico, sino en Orlando, y claramente sólo alguien cuya residencia legal esté aquí en la Isla puede detectar la pobre calidad de una transmisión televisiva y comentar sobre ésta. Y también me trae sin cuidado lo que opine Cordelia, porque ella lo que está es enchismá’ porque no la seleccionamos como anfitriona del programa ‘Cultura Viva’, porque sabe que si la hubiésemos escogido ahora ella sería una glamorosa estrella mundialmente famosa como Johanna Rosaly».
El presidente de WIPR culminó añadiendo más excusas a la luenga litanía de razones por las cuales la transmisión de los Centroamericanos no estuvo a la altura, entre éstas: «fue que la tromba marina nos regueretió todo el equipo», «fue que el traje de la Tañón estuvo tan ordinario que nos quemó las cámaras», e incluso la excusa de rigueur de que «todo fue culpa de la Administración Pasada®».