El movimiento «se dio cita desde el 15 de octubre en la Milla de Oro para tomar las calles y hacer escuchar su voz de protesta. Organizada inicialmente en Facebook por activistas de escritorio, la idea tomó auge en poco tiempo hasta que se concretizó en una manifestación que ya no se podía realizar en paños menores desde la comodidad del hogar. A pesar de que la Asociación de Deambulantes de San Juan aprecia el intento de los protestantes, esta aseguró que «van a tener que estar ocupando las calles por muuuuuucho tiempo si quieren que el Gobierno deje de pasarse sus peticiones por el forro. ¡Nosotros lo único que pedimos es una trapo ‘e pejeta y aun así nos mandan a volar!».
Pepe el Sarnoso, portavoz de la agrupación de indigentes, aclaró: «Yo sé que no hay peor gestión que la que no se hace, y honestamente les deseamos la mejor de la suerte a estos muchachos. Yo lo que sé es que llevo desempleado, viviendo en la calle y pidiendo chavos en las luces desde hace diez años, y es como si fuera invisible. He tratado todo tipo de mensaje en mi carteloncito: una petición directa (‘Dame lo que te sobre, que todo se aprecia’); un mensajito religioso guilt-tripioso (‘Que Dios te multiplique todo lo que me des’); e incluso un chistecito (‘¿Para qué vivir en una casa de $200,000 si puedo vivir bajo un puente de $1 millón?’)… ¡y como si nada! Así que nosotros sabemos qué es pedirle ayuda al Gobierno por años… ¡pero hasta la fecha, esto de ‘ocupar Puerto Rico’ no nos ha rendido fruto!».
En efecto, a pesar de que se estima que hay tanto deambulante en el área metropolitana que hasta se han tenido que pelear por las mejores luces, el problema solo va en aumento. «No es que no estemos por todos lados, ocupando las vías de tránsito de Puerto Rico», explicó Pepe, «es que a pesar de eso, seguimos siendo invisibles porque nadie quiere ver a la gente que les recuerda todos los días que las cosas podrían empeorarse. Claro está, ¡tampoco nos ayuda el hecho de que nos la pasamos pidiéndole dinero a los conductores en cada semáforo y ‘limpiándoles’ el parabrisa con un paño más sucio que el nie del Diablo!».
La Asociación de Deambulantes, sin embargo, quiso señalar que es posible que el nuevo movimiento de protesta tenga éxito donde los menesterosos fallaron: «No queremos que se desalienten, ¿vite? Estos muchachos son jóvenes, educados, y la mayoría no lucen y huelen como si durmieran en las cunetas, y eso es más conducente a que el Gobierno les haga caso. Y ciertamente les deseamos lo mejor: después de todo, si las cosas no le mejoran al puertorriqueño promedio, ¿quién nos va a dar cambio en las luces?».