La polémica imagen es una foto de Cox Alomar con unas letras superimpuestas que rezan «R.I.P. Yuyo», en clara referencia al querido residente del Parque de las Ciencias que falleció en días pasados. Cucusa Hernández retuitió un enlace a dicha imagen desde su cuenta, acotando: «¡Milagro! […] ¡YUYO VIVE!», pero aseguró que no comparaba al candidato popular con un mono por ser igual de negro, sino por ser igual de feo. «La distinción es sumamente importante», explicó Hernández, «porque si hay muy pocos puertorriqueños que se autodescribirían como negros y podrían ofenderse, son muchisisisísimos menos quienes se considerarían feos. ¡Así nadie se da por aludido!».
Hernández rehusó disculparse por «hablar claro» al insinuar que Cox Alomar es «casi indistinguible de un simio de 90 años», y rechazó contundentemente que su tweet tuviera matices racistas. «Yo no tengo problema alguno con la gente de color», aseguró la expresidenta de la Cámara, sin precisar exactamente a qué color se refería. «Conozco gente que ha oído de personas con amigos morenitos; tengo un primo en Nueva York que votó por Obama; y una vez por equivocación casi le pasé cerca a Loíza Aldea. He visto la mitad de la película ‘Angelitos Negros’; he tolerado con gusto cada vez que Carmen Belén Richardson hace papel de sirvienta; y frecuentemente uso el sirop Aunt Jemima. Así que como ven, de prejuiciada yo no tengo ni un pelo. Es más», rio Hernández, «lo único que quizás tenga yo de ‘racista’ es que no le veo el uso a los chavitos prietos: ¡ojalá viniera un día el gobierno y los reuniera a todos para deshacerse de to’s ellos de una buena vez y por todas tirándolos en una caldera!», bromeó, esperamos que todavía refiriéndose a las monedas.
La asediada exlegisladora, quien hace unos años protagonizara un dime y direte con Evelyn Vázquez, sí admitió que si hay algo que no tolera es la fealdad. «Si me quieren tildar de ‘feísta'», confesó, «aceptaría el título de buen grado. La gente no entiende lo dificil que es ser una beldad esbelta y despampanante como soy yo, y lo mucho que rejode tener que ver tanto feostio cagalitroso por ahí suelto — ¡sobre todo cuando aspiran a puestos políticos por parte del partido de oposición! ¿Qué, se supone que me tope con una foto de Cox Alomar y que no lo compare con un ajado chimpancé de circo? ¡Eso me suena irrazonable!», concluyó Hernández.