«No estoy convencido de que esta idea funcionará», aclaró el representante Ángel Matos, quien recientemente contratara a la nena de De Castro Font como asesora de comunicaciones. «Buscarle un buen guiso a los parientes y amigos de nuestros correligionarios, irrespectivo de su preparación profesional, conocimiento sobre la materia o cociente intelectual, es tradición político-partidista desde tiempo inmemorial. Es más, mientras más WTF Factor tengan, mejor es, porque más se escaman los populetes y más la gente habla de uno. Pero a estas alturas, nada sorprendería y escandalizaría más a la prensa que mangarnos contratando a algún candidato meritorio, así que… ¡démosle un chancecito a este embeleco!».
Matos explicó cómo recientemente le concedió una plaza a un CPA sumamente preparado pero de afiliación política desconocida para un puesto de contabilidad. «Yo estaba listo para darle el contratito a Chuíto, un primo de Rivera Schatz, quien no se graduó de jai pero es más penepé que el espíritu chocarrero de Luis A. Ferré. Sin embargo, se me ocurrió que quizás debería darle una probadita a eso de ‘contratar a base de mérito’ ‘hacer lo correcto’ y ‘no ser un político del montón’, aunque sea una vez. Sin embargo, ¡no garantizo que esto no sea debut y despedida!».
Algunos legisladores no apoyaron este «insólito y disparatado» modo de llenar plazas y conceder contratos, argumentando que, si no se sabe por qué partido votó el nuevo empleado, o de quién es primo, no se sabrá si hay que botarlo como bolsa o no cuando llegue la nueva administración.