La exgobernadora Palin fue recientemente objeto de burla al haber dicho, mientras visitaba la ciudad de Boston, que Paul Revere fue quien le avisó a los británicos que no podrían quitarle las armas y la libertad a los colonos rebeldes — cuando en realidad lo que hizo fue avisarle a estos últimos que se acercaban los británicos. En vez de disculparse por su falta de conocimiento básico de historia americana, Palin defendió vehementemente sus expresiones, y contrató a George Lucas para que la ayudara a rehacer que los eventos históricos se aproximen a los disparates que ella ha dicho.
«Yo no tengo que aprender historia americana, porque soy linda y los lindos no tenemos que también ser conocedores», aseguró con convicción la también ex candidata vicepresidencial. «Total, yo sé lo suficiente: que los Padres Fundadores querían que Dios y la religión estuvieran metidos en todas las facetas del Gobierno; que querían que el aborto fuera ilegal; y que jamás hubieran permitido que un morenito keniano igualado pudiera aspirar a la presidencia», sentenció, quizás al menos acertando esa última. «Y lo sé porque, del mismo modo que George Lucas rehízo la historia de sus películas de Star Wars para cambiar lo que le diera la gana y retroactivamente realizar su visión de los hechos como debieron haber sucedido, ahora él rehará la historia de nuestro país para que se amolde a lo que yo diga».
En efecto, el famoso y otrora respetado director de la trilogía de Star Wars ya se encuentra laborando en el proyecto con el nombre código «Red Harvest«, que todo el mundo sabe que se trata nada más y nada menos que de su «Edición Especial» de la historia americana. «Un artista como yo sabe que una obra nunca está verdaderamente acabada», aclaró Lucas mientras fumaba una pretenciosa pipa de madera. «Y esto no se limita a las obras de ficción, sino también a las que están basadas en hechos reales. Del mismo modo que en la Edición Especial de ‘A New Hope’ hice que Greedo le disparara a Han Solo primero, en la de la Guerra Revolucionaria verán que Paul Revere se la pasó tocando campanas desde su caballo para avisarle a los británicos que los rebeldes les iban a comer los dulces. Y no me vengan con quejas de que en la ‘historia original’ eso no sucedió: ¡esta es una ‘Edición Especial’, así que no les quedará más remedio que aceptarla!», amenazó, usando palabras muy familiares para los millones de geeks sobre cuyas infancias Lucas se cagó cuando se puso a traquetear con sus películas.
Cuando Lucas acabe de amoldar la historia americana a la visión sostenida por Palin, los Padres Fundadores serán definidos como «hombres infalibles que cagaban oro y meaban té, quienes vinieron del Cielo para regalarle al mundo el mejor documento de todos los tiempos: ¡la Constitución de los Estados Unidos!». Ninguno de ellos tuvo esclavos (¡ni mucho menos seis hijos ilegítimos con una de sus esclavas!); cada uno era más religioso que los otros; y todos opinaban que ser gobernadora de Alaska implica suficiente experiencia ejecutiva como para poder aspirar a la presidencia.
«Y si todo esta manipulación histórica a manos de George Lucas no acalla a mi detractores», juró Palin, «simplemente volveré a mandar a mis chupamedias a que cambien lo que dice en Wikipedia. ¿Para qué molestarme en aprender historia, pensar antes de hablar, o saber tres carajos, si puedo decir la primera estupidez que me venga en mente y luego contratar a alguien para que me haga parecer infalible?», preguntó con incuestionable lógica.