«Los astros me han tirado una cañona», se lamentó el astrólogo anteriormente conocido como Walter Mercado. «A pesar de que comulgo entre los espíritus que nos rodean, echo los caracoles a diario, y tengo panitas en la corte federal, nunca sospeché este nefasto desenlace. La gente asocia el nombre ‘Walter Mercado’ con fastuosas batolas resplandecientes; un rostro que no envejece, desafiando a la Madre Naturaleza; y una inexpugnable calidad predictiva a la hora de leer el movimiento de los astros celestes. ¿Qué se supone que haga yo ahora?», preguntó con voz quebrada. «¿Engañar a la gente crédula que me sigue, pero usando otro nombre?».
En efecto, la decisión del Tribunal Federal de Florida fue diáfana en que el astrólogo conserva el derecho de «continuar embaucando a aquellas personas suficientemente ingenuas como para creer que se puede predecir el porvenir mirando cómo se mueven las estrellas, leyendo hojas de té, o usando cualquier otro método totón que los mentalistas empleen para coger de soca a sus seguidores — después que lo haga usando otro nombre». La decisión advirtió, sin embargo, que «quizás no sea la mejor idea del mundo creer las predicciones de un supuesto clarividente que no pudo prever que algún día perdería este caso».
Mercado, quien desde el 2010 anunció que se llamaría de ahora en adelante «Shanti Ananda», nunca perdió la esperanza de ganar esta batalla legal y volver a usar oficialmente el nombre que por décadas se asoció con su gesta astrológica. «Hace par de años tuve una revelación espiritual que me mostró que mi nombre místico era ‘Shanti Ananda’, que quiere decir ‘paz felicididad’ (a pesar de que suena a un plato de comida hindúa). Bueno, en realidad eso fue más bien una recomendación de mi abogado en lo que se resolvía este caso. Pero si hubiera sabido que iba a perder la demanda, ¡hubiera escogido un nombre menos ridículo que ese!».