«¡Esto es inaudito!», exclamó anonadado François Herveaux, gerente general del Superdome. «Todavía no entendemos exactamente por qué se fue la luz, y mucho menos entendemos cómo este don que ni siquiera forma parte de ninguno de los dos equipos parecía estar ganando de buenas a primeras. ¡Ni siquiera sabemos quién es, ni por qué el emblema de su equipo era un caballo con una guiñada zalamera!», confesó Herveaux aturdido, demostrando que no sabe mucho de política puertorriqueña.
Claramente el error fue rápidamente corregido y el partido continuó. Al notificarle al exgobernador sobre su derrota, este respondió airado: «¿Qué derrota? ¿Qué derrota? ¿Derrota de qué? Una pérdida deportiva», añadiendo que de todos modos su deporte no era el football americano, sino, por razones obvias, el polo.