«Pues aquí estamos, coordinando con todos los demás patronos del gobierno y la industria privada para enviar a to’ el mundo pa’ su casa a la misma hora y formar un tapón cabrón», afirmó Alberto Ferrer, supervisor en un municipio no identificado del área metro. «Sé que se ve medio desorganizado eso: ¡pero tienen que entender que es la primera tormenta en la larga historia de tormentas en la isla! ¡No hay forma que hayamos desarrollado un sistema para esto todavía!».
«Nos preocupa que podría llover mucho y que vientos fuertes puedan causar daños», confesó el gobernador Alejandro García Padilla, convirtiéndose así en el primer gobernador en explicar la misma mierda al público por milésima vez. «No es momento de arriesgarse. No salga: quédese en su casa. No vaya a la playa. No se meta a cruzar ríos. Guarde agua para por lo menos una semana. Y si ve un cable vivo, no se le acer– ¿de verdad que tengo que hacer estas mismas advertencias cada foquin vez? ¡Estamos en una isla tropical, por Dios!», se quejó, ignorante de que no hay forma que el pueblo sepa estas cosas si es la primera tormenta en azotar la isla por enésima vez.
Se espera que una vez pase el sistema, los puertorriqueños se preguntarán incansablemente cuándo volverán la luz y el agua, ignorando completamente la experiencia de juelemil tormentas pasadas.