«Es una irresponsabilidad que los medios declaren ganadora a la candidata que cuando haces la suma, ganó», declaró Jeff Weaver, jefe de campaña de Sanders. «¿Cómo se atreven a hacer declaraciones basadas en matemática básica? Todavía es posible que un número de esos 543 superdelegados con Hillary cambien su voto. O sea, al final de la noche, cuando entren los resultados de California y demás estados, necesitaremos más de 200 y pico de esos delegados a virarse con nosotros, y aún más cuando vote Washington DC la semana de arriba. Pero eso no viene al caso: aquí lo importante es que todos los superdelegados podrían ignorar una ventaja de más de 3 millones de voto y una ventaja en delegados cuatro veces mayor que la de Obama cuando él le ganó a Clinton y darle la victoria al candidato que lleva solamente un año en el partido y no ha parado de antagonizarlos. Todo es posible», aseguró, aparentemente en serio.
Weaver dio por finalizada la conferencia de prensa porque tenía que ir a ponerle un par de velitas a los santos para que el FBI anuncie una investigación criminal contra Clinton antes de la convención.