«Blaaaahh… bleeeeeeh… Yulín… Nasty… Comandante… bleeeeeeh», balbuceó tira’o en la cuneta un don que es medio chango en Twitter, y que quedó con un cerebro licuado al darse cuenta de que Carmen Yulín ha hecho más para poner a Puerto Rico en la conciencia de los norteamericanos que sus adorados líderes estadistas.
Médicos que llegaron a la escena explicaron que los afectados volverán a ser las bolas mensas de odio que siempre han sido tan pronto puedan sobreponerse a la disonancia cognitiva que les debe haber causado ver a Carmen Yulín hablar un inglés perfecto bajo la presión de estar en televisión nacional, mientras la mayoría de los mismos líderes estadistas hablan un inglés goleta que da vergüenza.