La aseveración hecha por Rosselló de que a José Celso Barbosa se le negó la entrada a la UPR por ser negro, aunque conveniente para decir ante la concurrencia de la NAACP, es falsa, empezando por el hecho de la la Iupi se fundó en el 1903, mientras que Celso Barbosa se graduó de medicina en el 1880 de la Universidad de Michigan. Este «dato histórico ficticio» llamó la atención da Facultad de Historia Inventada de la UPR, quien decidió conferirle al gobernador, «por este y tantos otros ajustes acomodaticios de los hechos, el título honorífico de Doctor, con todos los beneficios y responsabilidades que esto conlleva –¡que no son muchas, porque, jelou, para sacarse algo de la manga no hay que pasar tanto trabajo!».
«El doctor Rosselló representa lo mejor de nuestra disciplina», aseguró José Raúl Picó Agraít, decano asociado de la Facultad de Historia Inventada de la UPR. «La destreza no radica solamente en decir algo que no sea cierto –¡de otro modo, TODOS nuestros políticos tendrían un doctorado honorífico! El truco es decir algo que suena cierto en el contexto, y adaptado a las preconcepciones de la audiencia. ¿Ustedes creen que alguno de los miembros de la NAACP que lo escucharon pensó: ‘Well, THAT sounds like a load of bullshit!‘? ¡Para nada! El cuentecito va por la línea de algo que pudo haber pasado, así que, ¿para que pasar cinco minutos gugliando el tema o leyendo Wikipedia, aunque sea, si uno puede falsear cualquier dato que le convenga? Research is for NERDS!«.
Picó Agraít añadió: «Vivimos en una época postfactual: ¡los datos no importan! Se supone que el propósito de estudiar y aprender historia sirva para no repetir los errores del pasado, pero, ¿cuándo fue la última vez que algún pueblo reflexionó y actuó deliberadamente, valiéndose de las lecciones del pasado, en vez de impetuosamente y disparando de la baqueta? Por ejemplo, de tan recientemente como la Segunda Guerra mundial vimos el alza internacional del fascismo y cómo acabó todo eso, pero, ¿eso ha prevenido lo que está sucediendo ahora mismo en Estados Unidos? Ja, ja, ¡para nada! Seguimos escuchando lo que nos gusta escuchar y haciéndole caso al que diga lo que ya creemos, irrespectivo de qué nos pueda enseñar la ‘historia’, con sus ‘hechos’, ‘enseñanzas’ y ‘advertencias’. ¡No perdamos tiempo en esas boberías! Es por eso que exhortamos al doctor Rosselló a seguir diciendo mentiras que suenen medio ciertecitas según le convenga, que tiene una isla llena de ovejas dispuestas a escucharlo. ¡Ya lo vemos todavía en la Fortaleza el cuatrienio que viene!».
Se reporta que el diploma del grado honorífico será otorgado a Rosselló por Norma Burgos, la primera graduada del programa de Historia Inventada.