«Todo esto es una venganza contra la victoria de Trump, orquestado por los Clintons! ¡Me han humillado y mancillado!», tronó el individuo, inventándose todo un drama en su cabeza como de seguro le hace a su propia esposa e hijos todos los días al montarles una pelea. «Mire, a mí me gusta la cerveza. Me gusta mucho, la disfruto, pero jura’o, nunca he borrado cinta», continuó, mostrando su evidente alcoholismo y tendencia a decir embustes, típico de una persona emocional y errática.
«Esta humillación no se le desea a nadie. Yo no soy ningún violador. ¡Siempre he tratado a todas las mujeres con respeto! ¡Vean cómo han destrozado a mi familia! Pero ya verán, what comes around, comes around«, amenazó con evidente enfado y enojo, porque como todo hombre, es incapaz de desatarse de sus sentimientos cuando los huevos se ponen a peseta.
El individuo se retiró llorando «¡BUAA! ¡Yo quiero ser juez! ¡Esto no es justo! ¡Buaa!», en un obvio ataque de nervios.