San Juan, Puerto Rico – Luego de par de semanas en las que las primarias demócratas en Puerto Rico fueron el centro de atención tanto del electorado estadounidense como de los mismos candidatos, los Senadores Hillary Clinton y Barack Obama, la importancia desmedida de la Isla ha desaparecido en cuanto terminó el proceso de primarias ayer domingo, dándole una victoria a la Senadora que podría ser descrita sólo como «una catimba».

La ausencia en Puerto Rico de los candidatos demócratas a la presidencia de los Estados Unidos, al igual que la de la prensa estadounidense, le ha «quitado el brillo al sol, el azul al mar, el verde a los montes», en palabras de un entrevistado bastante melodramático, quien se identificó sólo con el nombre de «Eleuterio». Éste aseguró que «Puerto Rico es sólo importante a medida que algún americano nos esté prestando atención», y fue más allá al aseverar que «todos los males de esta trapo de Isla se curarían si hubiesen más americanos aquí… ¡por ejemplo, no necesitaríamos más policías, porque todos saben muy bien que en Estados Unidos no hay ni crimen!».

«Ya no sé cómo volver a la vida como era antes de que Hillary nos honrara con su presencia», suspiró con zozobra Roberto Prats, el Presidente del Partido Demócrata en Puerto Rico y del Club de Fanáticos de Hillary Clinton. «Antes de que ella viniera, éramos una islucha pequeña e irrelevante, pero su visita nos elevó a ser un territorio absolutamente imprescindible para la política estadounidense, tanto así que no sólo ella, sino el mismísimo Presidente Clinton y su hija Chelsea vinieron también. ¿Qué más podemos pedir?». Al responder a su pregunta (seguramente retórica) que algo que se podría pedir es que los mismos votantes puertorriqueños que participaron en las primarias pudieran igualmente votar en las elecciones generales en noviembre, Prats replicó con rechazo que eso era «tratar de cagar más arriba del culo».


«Miren a Hillary aquí», apuntó Prats, «riéndose de lo lindo y repartiendo de esa alegría sincera que la caracteriza»

Prats lamentó que los puertorriqueños ya no verán más a Hillary «fingiendo cortésmente que le gusta el mantecado de arroz con gandules que se comió en Lares, aunque de seguro sabía a carajo, ni a Bill asintiendo con la cabeza al escuchar la cantaleta de alguna vieja rechoncha y sudá’ mientras ésta le contaba sus problemas, haciéndole creer que él entendía español. ¡Ésa sí que es gente con garbo, no como los políticos locales, que son to’s una ratonera de cantazos!», opinó, seguramente auto-excluyéndose.


Este helado de arroz con gandules pero con sabor a carajo fue descrito como un «yummy treat, mooey booeynou!» por Hillary

A pesar de que Clinton resultó victoriosa en la contienda primarista en la Isla, tal como habían predicho todas las proyecciones preliminares y todas las encuestas, Prats no pudo evitar llenarse de melancolía al rememorar la visita de Hillary, y fuentes fidedignas a este periódico cuentan que se le ha visto pasear como alma en pena por el Aeropuerto Luis Muñoz Marín canturreando tristemente «Cuando Un Amigo Se Va» en voz baja, vistiendo una camiseta que reza «¡Hillary, Eres Mía!».

Por su parte, Kenneth McClintock, Presidente del Senado y chupamedias oficial de Hillary en la Isla , añadió que la visita de la Senadora fue particularmente enalteciente dado que él considera a ésta «una política sagaz, con gran experiencia, y sumamente capaz… ¡pero más importante que todo eso, es una política americana, y sabe mi nombre!». Sin embargo, luego de algunos segundos de reflexión, éste tuvo que admitir renuentemente: «Bueno, lo cierto es que ella a mí siempre me llamaba ‘Paco’, al igual que a todos los hombres (y ‘Lupita’ a todas las mujeres), pero estoy seguro que sí sabía mi nombre y que era más bien un apodo de cariño».


Un mar de seguidores puertorriqueños de Hillary, según ésta los ve

Los tres gatos que se cantaron seguidores del Senador Obama en la Isla también lamentaron el fin del proceso primarista en Puerto Rico, dado que ahora su ídolo no tendrá más razones para hacer una de sus famosas visitas relámpago a la Isla. Algunos de sus fanáticos manifestaron estar extáticos de haber visto lo que ellos describieron como un «celaje de esperanza» que ellos aseguran que era el de Obama pasándoles por el lado. «Pero tú sabes», comentó un seguidor de Obama, «es que él es humilde y por eso no quiso hacer muchos bombos y platillos cuando visitó la Isla, ni quedarse muchísimo tiempo para no molestar, porque él de verdad nos aprecia mucho… ¡yo sí sé muy bien lo que quiere el Negro!».


Éste es un celaje de Obama, según aseguran sus seguidores

Al preguntarle a ambos candidatos demócratas, quienes se encuentran ahora enfrascados en las próximas contiendas electorales en Montana y Dakota del Sur, que cómo disfrutaron su visita a Puerto Rico, ambos contestaron con voz confusa: «¿La mujer de quién?».


Obama preguntándole a Hillary: «¿Tú recuerdas algo de un tal ‘Perrou Ricou’?»

Por El Rata