Washington, D.C. – Luego de menos de un año de una presidencia que no ha llenado las imposibles expectativas de muchos americanos, y de varios años de recesión económica de la cual no parece haber salida, el presidente Barack Obama anunció que ha considerado la opción de último recurso: activar el botón de «Reboot» que existe en el sótano de la Casa Blanca para regresar a los Estados Unidos a su estado original, y poder comenzarlo todo de nuevo.
El presidente Obama reveló algo que hasta la fecha había sido el secreto mejor guardado de la nación estadounidense: que, en un cuarto secreto del sótano de la Casa Blanca, existe una caja de cristal con un rótulo que reza: «En caso de emergencia, apretar el botón». Dentro de la caja se encuentra un antiquísimo botón con la palabra «Reboot«, el cual, según el documento amarillento que se halló encima de la caja titulado «Ye Olde Instruction Manualle«, tiene el poder de «desfacer el transcurso del tiempo y regresar nuestra nación a su estado prístino». El manual le urge al usuario de oprimir el botón «sólo en caso de un gran desastre, como que Francia nos gane en una guerra y nos obligue a hablar francés; que nuestra nación quede arruinada irrimisiblemente; o que algún Católico, Negro, o Mujer gane la presidencia». La existencia del aparato es tan secreta como el hecho de que Michael Jackson murió hace décadas y fue remplazado por un extraterrestre ebúrneo y afeminado, y se cree que nunca antes en la historia de la nación se ha activado. Sin embargo, algunos «geeks» dentro de la administración de Obama arguyen que quizás se ha usado muchísimas veces y simplemente no nos hemos dado cuenta: «Por ejemplo, quizás en alguna versión anterior de la historia, el himno nacional se re-escribió a ritmo de reggaetón. ¡Horror!». Aunque se desconoce el mecanismo que emplearía el aparato para lograr la hazaña temporal, se sospecha que debe ser una de las creaciones de Benjamin Franklin, quien parece que inventó de todo menos batidas de dieta.
Para lo inteligente que era Benjamin Franklin, parece que el concepto de «contar calorías» era algo que lo eludía
Obama explicó por qué está considerando regresar al principio de la nación: «Miren: debemos volver a la época de gloria de los Estados Unidos: sus primeros años. Los Padres Fundadores eran perfectos, visionarios, sobre-humanos, y he leído por ahí que hasta cagaban oro. Los políticos de aquel entonces eran todos hombres de bien, íntegros y morales, no como esta zafra de ladrones y bambalanes que tenemos hoy día (¡excluyéndome, claro está!). En nuestra nación incipiente no había problemas con la economía, porque no había economía: la gente trabajaba y sí, se moría de frío o de alguna enfermedad simple, pero al menos la gente no estaba perdiendo su casa a los bancos (porque claro, ¡no había bancos!). No había criminales, y si los había, de seguro rápidamente los ahorcaban en la plaza pública antes de que otros atorrantes cogieran idea. ¡Cero porcentaje de reincidencia! Y si bien es cierto que en aquel entonces aparentemente las brujas estaban choretas, para eso creó Dios la hoguera: si alguien era demasiado extraño, simplemente se le acusaba de brujería y se dejaba que las llamas se encargaran del asunto. En aquel entonces sí que los estadounidenses tenían por qué tener esperanza: tenían un brillante futuro por delante, no por detrás como nosotros, que la cagamos en los últimos años (¡y sí, te estoy mirando a ti, Bush!)».
Parece que Bush también consideró en algún momento oprimir el botón y darle un foquetazo a su presidencia…
El Presidente también indicó que un regreso al inicio eliminaría muchas de las polémicas que existen hoy día: «En aquella época, al igual que en el Irán moderno, no existía esta discusión por los derechos de los homosexuales que dividen nuestro país, dado que no había homosexuales. Los hombres eran todos machos de pelo en pecho que podían usar empolvadas peluquitas blancas y nadie les venía con insinuaciones insidiosas, y las mujeres andaban con faldas, pelo largo, y no tenían inclinación alguna por la mecánica. ¡Y que conste que yo soy demócrata, así que no es que tenga nada personal en contra de los homosexuales! Digo, más allá de haber dicho repetidamente que no creo en el matrimonio del mismo sexo, y de que mi Departamento de Justicia emitió un memorando defendiendo tenazmente a DOMA, la ley federal que prohíbe los matrimonios del mismo sexo. Cuando empezó nuestra nación tampoco había polémicas sobre el aborto, ni sobre el seguro médico universal, ni teníamos a cuatro millones de puertorriqueños jodiendo con el asunto del estatus… ¡los hombres de estado en esa época a la verdad que lo tenían bien facilito!». Como último punto, Obama le recordó a los ciudadanos que «darle atrás al tiempo también querría decir que no existiría ni Paris Hilton, ni Britney Spears, ni ninguna de estas casquivanas muchachitas vaquetas de pene que por alguna razón nos roban la atención hoy día: ¡eso me suena a mí al Paraíso Terrenal!».
En sus tiempos, esto lucía bien masculino
Tras expresiones de que, a su parecer, la nación americana en sus comienzos era «la más gloriosa de su época», le preguntamos a Obama si regresar al principio también implicaría que las mujeres perderían el derecho al voto, y que volvería a ser legal la esclavitud, y él respondió: «Hum, no había pensando en eso… ¡pero si quiere decir que tendré que acostumbrarme a caminar por ahí con cadenas en el cuello y recoger algodón de sol a sol todos los días, ése es un sacrificio que tendré que hacer por mi nación!». Acto seguido, y más convencido que nunca, el Presidente levantó la caja de cristal y oprimió con convicción el botón, pero nada sucedió. «¡Parece que incluso en aquel entonces, las cosas en los Estados Unidos no funcionaban tres carajos!», concluyó Obama cabizbajo.
El botón de «Reboot» el cual, al igual que la economía americana, no sirve para nada