Varios doctores expresaron su asombro de que el corazón de Dick Cheney pueda sufrir ataques, a pesar de la inmortalidad conferida por Belcebú al ex Vice Presidente. «No son tanto ataques cardiacos como las contorsiones de un órgano atormentado», explicó uno de los médicos. «¿Será que estas ocasionales contorsiones son el precio impuesto por Abadón al éste conferirle larga vida? ¿Será que tienen el propósito de recordarle a Cheney del sufrimiento que le espera una vez llegue a las Planicies del Tormento Eterno en Tártaro? ¿O será que dentro de ese órgano que sólo bombea ácido en su cuerpo, queda un vestigio de bondad que lucha por poner fin a la maldad de este hombre?», preguntó retóricamente uno de los doctores en condición de anonimidad.
Le preguntamos a Cheney cuánto tiempo esperaba que el Pacto lo mantuviera con vida, y éste respondió: «No sé: mínimo la edad de Fidel. Él firmó el mismo contrato que yo y míralo cómo sigue por ahí tranquilito de la vida».