«No podemos dejar que el Imperio del Norte continúe intentando de amariconar a nuestros hermanos con sus pollos llenos de hormonas femeninas y quizás hasta dosificados con Homotrol G-Y», sentenció Morales, refiriéndose al químico desarrollado por el ejército para convertir gay al enemigo. «Es por eso que para contrarrestar este ataque afarifado de los yanquis le recomiendo a todos mis hermanos hispanoamericanos que todos los días coman pene de caballo, que mis estudios revelan que es la mejor cura para la homosexualidad. ¡No ha pasado un solo día sin que yo haya tenido un pene de caballo en la boca!», aseguró Morales para el deleite de la concurrencia.
Al preguntarle a Morales cuáles exactamente fueron sus «estudios», y precisamente qué preparación profesional lo cualifican a él para hacer este tipo de dictámenes, él explicó: «¡Es sencillo, puis! Durante mi vida yo me he comido un pene de caballo a diario, y más machote que yo hay que mandarlo a hacer!», exclamó el también chupamedias oficial de Hugo Chávez. El científico aficionado también aseguró que llegó a su conclusión porque «¿cuándo has visto tú un caballo gay? ¡Sólo con el testigo! Tenemos que batallar el efecto afeminante del pollo comiendo lo más viril que hay en la naturaleza… ¡y no, no me refiero a mí mismo sin camisa!», rio Morales, sin notar la ironía de que alguien llamado «Evo» esté dando consejos sobre la hombría.