La foto en cuestión es de Agustín Areizaga Cordero, el hombre que fuera asesinado y decapitado por dos jóvenes adolescentes la semana pasada. Por razones que desafían el buen gusto (¡aunque quizás no la sed por tener mejores ratings!), La Comay decidió poner en su programa la macabra imagen del cadáver degollado sin censurar, poniendo como advertencia solamente una escueta franja que rezaba «Discreción con los niños» (que era imposible de leer sin haber ya visto la foto). Ahora que sus propios televidentes armaron un revolú y la hicieron a ella el centro de un bochinche de proporciones jenniffergonzalísticas, estos se preguntan qué programa deben sintonizar para encontrar a una marioneta antropomórfica poniendo a La Comay como camote.
«No es un misterio por qué La Comay es el programa de televisión más visto en toda la Isla», explicó doña Carmen «Cuca» Martínez, fanática acérrima de la muñeca bochinchera. «Solo ella es capaz de difundir los chismes que suceden en la Isla, poner como chupa a todo aquel que se lo merece y simultáneamente lograr que los políticos del país accedan a ser entrevistados por ella. Y ahora que quien metió la pata hasta el ñu es ella misma, ¿quién va a dedicar un programa entero a hablar pestes de ella y decirle hasta del mal que va a morir? ¡Y tiene que ser un títere también quien le dé el amansaguapo, para que su humillación sea completa!».
A pesar de que ayer La Comay se disculpó perfunctoriamente en su programa utilizando todas las muelas de atrás, muchos puertorriqueños piensan que eso no es suficiente: «Exigimos que ella dedique el resto de la semana a tirarse a ella misma y pelarse con el mismo gusto que ella hubiese desplegado si esto le hubiera sucedido a otro animador de televisión. ¡Y si lograse arruinar su propia carrera por causa de sus propias insinuaciones, mejor todavía!».