El intercambio de palabras comenzó cuando Pérez Gotay tuitió «Leí las expresiones de Fernando Martín sobre el MUS y sentí un ligero escalofrío: parecía estar hablando del propio PIP!!«, y la cuenta oficial del PIP, @PIPTwitteando, le replicó «Eres aún periodista? Con este comentario has lacerado tu credibilidad» en un delicioso derroche de ironía. Esto desató una garata que se rebajó incluso a ataques personalistas, un hecho que cimentó finalmente al PIP como un partido capaz de participar de tú a tú con los dos partidos de mayoría.
«¡Creo que al fin nos graduamos como partido político puertorriqueño!», exclamó orondo Juan Dalmau, candidato a la gobernación por la colectividad independentista. «Nada de pañitos tibios, nada de ‘usté’ y ‘tenga’, nada de ñeñeñés; ¡ataques directos, enchismes infantiles y tira’era callejera, como Dios (y el electorado boricua) manda!». En efecto, un sondeo informal entre cientos de votantes puertorriqueños reveló que esta nueva actitud del partido minoritario solo ha ayudado su imagen pública ante el electorado (aunque matemáticamente hablando, no hay mucho espacio para que la imagen del PIP pueda estar más baja de lo que estaba antes).
Por su parte, el gobernador Luis Fortuño y el senador Alejandro García Padilla, candidatos a la gobernación por los partidos de mayoría, felicitaron al PIP por «dejar ya de estar atrás como los güebos del perro» y finalmente modernizar su imagen como partido puertorriqueño. «Esperamos que en uno de los venideros debates Dalmau nos diga hasta del mal que vamos a morir y que insulte mezquinamente a nuestras familias», aseguraron Fortuño y García Padilla en un inusitado acto de unión. «¡Ya era hora que se nos uniera acá abajo en el lodo!».
Dalmau fue el primero en admitir que en el pasado el PIP habría tratado de demostrar garbo (o, en sus propias palabras, «cagar más arriba del culo») a través de su carrera política, y que eso no había atraído al electorado a ellos, sino que por el contrario, había causado que sus números mermaran cada vez más. «Tenemos que enfrentar la realidad boricua», explicó el líder pipiolo. «Este ya no es un pueblo que se desvive por escuchar a oradores doctos que usan palabras de domingo y que valoran el debate intelectual. Hoy día la gente lo que quiere escuchar son los vituperios que se oyen en La Comay, en el Gordo y la Pelúa y en Laura de América. Y, al igual que Primera Hora, que se sepa que el Partido Independentista Puertorriqueño habla (¡y tuitea!) como tú», concluyó Dalmau, añadiendo, por eso de echar leña al fuego, que el gobernador Fortuño es «un mamalón de siete suelas», que García Padilla «es más bruto que Maripily» y que el PIP «le va a comer las nalgas a Flojuño y a AGapily» en las elecciones.
La cuenta de Twitter del PIP muestra ahora unos mensajes disculpándose por la situación y asegurando que la persona que envió los mensajes ya no tiene acceso a la cuenta, hechos que Dalmau negó rotundamente. «¡Qué va! ¡Al lloroncito que pidió disculpas es a quien vamos a poner de patitas en la calle! El electorado puertorriqueño tiene que saber una cosa», sentenció el candidato a la gobernación. «Si quieren ver cuál es el próximo bochinche que se va a armar en la tuiterósfera boricua, manténganse pendiente a nuestra cuenta… y si creen que hemos sido chabacanos y cafrondos ahora, ¡imagínense cuán mezquinos podremos ser si ganamos la gobernación y una mayoría en la Legislatura!».