«No estamos aquí para asignarle culpa a nadie», subrayó el Dr. Ion Paulik, del Instituto Checo de Investigaciones Baladís, «excepto, por supuesto a esos ateítos irrespetuosos quienes rehusaron propagar el meme de Nuestro Salvador abrazando la Isla, a darle Like, o ni siquiera poner un ‘¡Amén¡’cito como comentario. ¿Cómo se supone que Dios supiera que NO queríamos que María rajara la Isla por la mitad, si no nos manifestábamos en las redes sociales? ¡Él no lee mentes! Bueno, sí, las lee y lo sabe todo, pero igualmente había que rezarLe y asegurarLe que nos gustaba esa imagen, para que Le quedase claro que queríamos que el ciclón lo siguiera de rolimpín».
Desde las alturas, Jehová confirmó los hallazgos de los científicos: «Sí, esto no se trató de ‘cambios climáticos’, ‘calentamiento global’ o ‘venganza por haber elegido a Evelyn Vázquez de nuevo a la legislatura’… ¡fue simplemente que no escuché muchas peticiones pías para desviar el huracán! Sí, había gente poniendo cosas como ‘Salvanos senor!’ en sus muros, pero no sé qué rayos es un ‘senor’, y sí algunas personas pidieron cadenas de oraciones para que Yo salvase a Puerto Rico, pero… como que no tenían mucho oomph. Luego ese meme del nene Mío abrazando la Isla se regó por ahí, pero el Laikómetro Celestial no registró suficientes participantes como para impactarMe contundentemente (y tengo que mencionar que mucha gente en vez de darle Like reaccionaron con Wow o Haha… o sea, WTF, people?«.
Los científicos climáticos advirtieron a la ciudadanía que «la próxima vez que se aproxime algún fenómeno atmosférico potencialmente desastroso, más vale que se pongan pa’ su número repartiendo Likes y amenes a diestra y siniestra, para que un desastre como este no se vuelva a repetir. Ahora que es algo tarde en cuanto se trata de María, esperamos al menos que los boricuas exiliados estén noche y día enviándonos Thoughts and Prayers® a los que estamos aquí espeta’os sin luz, comiendo salchichas Carmela calentá’s en estufita de gas Coleman y sin mejor manera de pasar el tiempo que tener conversaciones con nuestros seres queridos».