Carreteras de Puerto Rico – Después de años de tratar sin éxito, los esfuerzos que miles de conductores puertorriqueños hacen diariamente para mejorar su situación en las carreteras al sonar un bocinazo en cualquier situación concebible rindieron fruto cuando mágicamente todo tipo de situaciones fueron resueltas con el sonar de las bocinas de sus carros.
El primero de estos casos se dio en un terrible congestionamiento en la autopista 22 por Buchanan, cuando Mario Morales decidió tocar la bocina en medio del tapón. «Pues le doy a la bocina y de la nada los carros justamente al frente mío empiezan a levitar en el aire», nos dijo Mario en entrevista exclusiva. «Fue increíble. Normalmente me tardaría 45 minutos en llegar de Buchanan a Río Hondo, pero con los carros levitando mágicamente cada vez que sonaba la bocina… ¡llegué en cinco minutos!», aseguró.
La próxima vez que estés en un tapón, pita: quién sabe qué pueda ocurrir. Qué carajo, sabemos que vas a pitar anyway
Otra instancia fue reportada en el estacionamiento de Plaza Las Américas, cuando Marisa Polanco empezó a tocar su bocina tratando de salir desde el tercer piso del estacionamiento multipiso. «Pues tú sabes, hice lo que cientos de puertorriqueños hacen cada día en Plaza cuando la fila para salir del estacionamiento no se mueve: tocar la bocina para que los cien carros que están bajando al mismo tiempo del tercer piso pa’bajo se muevan simultáneamente y yo pueda salir instantáneamente. ¡Imagina mi sorpresa cuando todos los carros del tercer piso para abajo se hicieron al lado simultáneamente permitiéndome salir de Plaza en menos de un minuto! ¡Y todavía hay gente que se molesta cuando les pitan en el estacionamiento! Ha! Suck it, bitches!«, dijo con emoción.
Otros expresaron profundo agradecimiento por las personas que venían atrás de ellos y les pitaban. «Fíjate, estaba parado en la luz cuando cambió a verde, y por 0.0000001 segundos como que me quedé eslemba’o y no le di al acelerador. Afortunadamente uno de mis conciudadanos se percató y en el segundo 0.0000002 me tocó la bocina», nos dijo Pedro Torres, residente de Carolina. «Gracias a ese compañero me despabilé y arranqué inmediatamente. Este acto altruista de tocarme la bocina rápidamente para sacarme de la eslembaera que encima tenía me puso de tan y tan buen humor que me animé más en la tarde a ayudar a una viejita cruzar la calle, mientras todos los carros en la avenida me pitaban en lo que indudablemente eran expresiones de apoyo a mi gesta», aseguró Pedro.
La próxima vez que alguien lo despabile con un bocinazo por no poner el pie en el acelerador 0.0000001 segundos después de que la luz cambie de roja a verde, no sea malagradecido y agradézcale al amable conductor detrás de usted el que se haya tomado la molestia de ayudarle salir de su eslembaera
Ante el éxito de los bocinazos, los conductores en el país han estado tocando bocina espontáneamente al pasar frente al Capitolio y la Fortaleza durante las pasadas horas. «Quién sabe… A lo mejor amanecemos con un gobierno que no se doble ante los Grandes Intereses, y con una Unicámara», nos gritó un amable camionero mientras sonaba su claxon a to’ jender por el bien del país.