«Vamos, doctor, debe haber algo que pueda hacer. ¡No puedo seguir cargando con ese tumor andante de 300 libras!», escuchamos decir a la Primera Dama en una grabación de audio proveída a este augusto periódico. «Señora Trump, esa masa amorfa que insiste en agarrar su mano cada vez que se baja de Air Force One no es un tumor. Es su esposo. Por enésima vez, yo le recomendaría que hable con un abogado…», se escucha decir al doctor antes que Melania interrumpe y dice: «Vamos, ¿ni una pastillita o alguna sustancia incolora e inodora que me pueda llevar para… ¿bregar con esta condición?», preguntó, justo antes que el doctor la botara de la oficina.
No se sabe si la Primera Dama tratará de resolver con algún remedio casero.