Atenas, Grecia – En un resultado que pone de manifiesto una vez más la impecable capacidad de planificación de los líderes federativos del país, el Vente-tú Nacional de Puerto Rico culminó ayer exitosamente la primera etapa de su preparación para las Olimpiadas del 2012, al caer ante el combinado de Alemania con abultado marcador final de 96-82. Con la derrota, el combinado nacional asegura la continuación de la impresionante racha de treinta años usando las mismas excusas para explicar nuestro consistentemente pobre desempeño a nivel internacional.
De acuerdo al mundialmente reconocido entrenador de campeones y dirigente nacional, Manolo Cintrón, el abultado margen por el que perdieron se debió a la pobre ejecución del tradicional sistema ofensivo boricua, consistente en hacerle llegar el balón a cualquier tirador para que intente un desesperado tiro de tres puntos con tres defensores colgando del cuello y rogarle a todos los santos que la bola entre milagrosamente al canasto: «La verdad es que con ese chorro de muertos que teníamos en uniforme, lo único que podíamos hacer era dejar que Carlitos, Barea y Ayuso tiraran hasta las tennis y que fuera lo que Dios quisiera», explicó Cintrón sobre sus estelares anotadores Carlos Arroyo, José Juan Barea y Larry Ayuso. «Desafortunadamente, Dios no quiso», añadió resignado, en obvia referencia a la decididamente diabólica «efectividad» de 29% en canastos del área de tres puntos conseguida por Barea en este torneo.
El dirigente del quinteto nacional, Manolo Cintrón, observa la ejecución de su equipo frente al quinteto de Alemania: «Sí, de verdad que esto sí que es una ejecución…»
A preguntas de El Ñame sobre la posibilidad de realizar ajustes ofensivos para incorporar un poco más a Peter John Ramos en la ofensiva boricua, Cintrón rechazó entre carcajadas que esa estrategia fuese apropiada: «¿Acaso tú nunca has visto jugar a Peter John?», preguntó el entrenador sobre el dominante centro, cuyo consistente juego le permitió promediar cinco puntos, cuatro rebotes, tres faltas personales y diecinueve malas crianzas por juego. «Vamos a decir que el juego adentro con Peter no es nuestro fuerte, al menos hasta que lo operen para eliminarle los brazos«, dijo Cintrón ante los unánimes gestos de aprobación de los presentes.
El dominante centro del combinado nacional, Peter John Ramos, demuestra la magistral técnica ofensiva que le ha valido el apodo «The BrickLayer» entre sus compañeros de equipo
Cintrón añadió que los esquemas defensivos del equipo tampoco fueron efectivos, por lo que a pesar de contar con un cuidadosamente preparado y agresivo plan defensivo contra Dirk Nowitski, no consiguieron controlar la ofensiva del astro alemán: «Luego de nuestra sesión de scouting y de analizar las fortalezas y debilidades de los alemanes, decidimos que la única forma de detener a Nowitski era rompiéndole una rodilla antes del juego contra nosotros», aseguró Cintrón, en referencia al delantero enebeísta, quien consiguió 32 puntos contra los boricuas. «Pero por alguna razón, el maleante que contratamos para que le entrara a tubazos se confundió y terminó dándole en la batata a Carlitos. A la verdad que estos griegos son bien araos», se quejó Cintrón.
El estelar delantero boricua, Ricky Sánchez, demuestra la estrategia defensiva con la que logró detener a Dirk Nowitski en tan sólo 32 puntos
Según el experimentado técnico, sin embargo, el factor decisivo fue el cansancio de sus estelares, para quienes alegadamente no contaba con sustitutos: «Eso de traer sólamente ocho jugadores nos mató, especialmente cuando se lesionó Carlitos contra Grecia», explicó Cintrón. Al confrontarlo con el hecho de que en efecto contaba con doce jugadores, incluyendo a los poco utilizados Joel Jones, Javier Mojica, Alex Falcón y Luis Villafañe, Cintrón se mostró sorprendido: «¿Que esos tipos eran jugadores? Válgame, yo que pensaba que eran aguadores. Con razón me miraban medio atravesa’o cuando les decía que le trajeran agua a Larry o que le masajearan los pies a Carlitos», reconoció el técnico.
Por su parte, el delantero alemán Nowitski, astro de los Mavericks de Dallas en la NBA, reconoció que a pesar del abultado margen en el marcador, la Isla continúa jugando un importante rol en el baloncesto internacional: «Yo creo que Puerto Rico debería estar presente en todos los torneos internacionales que existan, porque así garantizamos que Alemania nunca llegará última. De hecho, sería genial si Puerto Rico consiguiese una franquicia en la NBA. Yo estoy seguro de que tanto los Clippers como Miami hubiesen agradecido poder competir contra un quinteto con la calidad del equipo de Puerto Rico», dijo Nowitski sonriendo.
Sobre las posibilidades dentro de los Mavericks para Barea, recientemente firmado con un contrato multianual, Nowitski auguró grandes cosas para el diminuto armador: «Si demuestra en los campos de entrenamiento la fina puntería que demostró aquí, definitivamente lo veo jugando un rol bien importante con nosotros. Yo siempre dije que lo que nos faltaba para ser contendientes era un armador de 5′-10» que no hiciera asistencias, que tirara demasiado, con 30% de efectividad de campo y que no gardeara ni a su sombra. Lo veo en un rol casi tan importante como el de Carlos Arroyo con los Magic de Orlando«, concluyó Nowitski con rostro extrañamente sombrío.
El armador estrella del conjunto boricua, José Juan Barea, intenta uno de sus acostumbrados tiros de por ciento, ante la defensa de al menos dos jugadores alemanes. Se desconoce si en algún momento del torneo Barea realizó algún pase
Por otra parte, el Presidente Vitalicio de la Federación de Baloncesto y eternamente optimista, Héctor «Hetín» Reyes, se mostró satisfecho con el desempeño de su equipo tanto en este torneo como durante el ciclo olímpico: «Para algunas personas tal vez a lo que vinimos aquí fue a servirle de punching bag a equipos claramente superiores a nosotros, pero quienes nos acusen de eso realmente no saben de lo que están hablando: a lo que vinimos fue a servirles de pandereta de pentecostal, no de punching bag«, explicó Reyes, quien defendió su labor al mando de la Federación: «Todo lo que queríamos conseguir durante estos cuatro años lo conseguimos, así que debemos sentirnos orgullosos de nuestra gestión», dijo el experimentado líder sobre los objetivos para este ciclo, que aparentemente incluían hacer el ridículo en el torneo clasificatorio de Las Vegas y perder tres de cinco partidos en este torneo de repechaje por un margen promedio de 18 puntos.
De acuerdo al veterano líder, el desempeño del equipo fue sin dudas satisfactorio y representa un incuestionable paso de avance para el seleccionado nacional: «Yo sé que el hecho de que nos hayan dado tres palizas en cinco juegos, hayamos tirado 41% de campo y que tengamos un equipo compuesto por tres estellitas y nueve cadáveres se ve mal, pero es que el baloncesto es así de impredecible. A veces la Divina Pastora te salva, y a veces no», aseguró el Reyes. «Pero si tomamos en consideración que los torneos locales confligen con los internacionales, que nuestras estrellas no están disponibles, que tuvimos poco tiempo para prepararnos, y las restantes setenta y ocho excusas que usamos siempre, yo creo que hicimos un buen papel», repitió, evidentemente aliviado por poder continuar utilizando esas excusas por al menos cuatro años más. «Hay que recordar que, sin importar la magnitud del ridículo, nuestros jugadores nacionales siempre serán los Doce Magníficos», concluyó, sin explicar dónde consigue alucinógenos de tan buena calidad.