«No sé por qué no se nos había ocurrido esto antes», confesó Nigel Thorpleton, CEO de BP (cuyas siglas en español quieren decir «Botadores de Petróleo»). «Después de siete semanas de esta pendejá’, ¿cuánto maldito petróleo puede quedar allá abajo, énigüei? Ya entre lo que se ha sido tragado por miles de peces, lo que ha embarrado las playas en las costas del Golfo, y lo que ha quedado pegado del plumaje de los pájaros costeros, esta vaina tiene que estar por agotarse ya, ¿no creen?».
Por su parte, el ex vice presidente y ahora paladín justiciero ecoterrorista Al Gore opinó: «De aquí a que a alguno de estos petroleros trogloditas se le ocurra cómo arreglar el desmadre que han causado por ser tan macetas y haber escatimado en medidas de seguridad, es posible que sí se haya acabado el petróleo submarino: me temo que ésa es Una Verdad Inconveniente«, aseguró Gore en tono totón mientras apuntaba a una mesa donde estaba vendiendo DVDs.