El partido consistió de decenas de hombres corpulentos lanzando una «bola» en forma de huevo de un lado del campo al otro por varias interminables horas, tratando de tumbarse los unos a los otros como si fueran nenes chiquitos, con el propósito de evitar que sus contrincantes cruzaran una línea en el piso. Durante el juego hubo varios momentos emocionantes que resultaron en alegría para algunos y desdicha para otros, sobre todo aquella vez que uno de los jugadores lanzó la «bola» y uno del equipo contrario la interceptó inesperadamente. «¡Quién se hubiera imagino que mi jugador favorito hubiera podido hacer eso que hizo!», exclamó emocionado un fanático del equipo del jugador que probablemente realizó esa hazaña.
A la mitad del partido, durante el mentado «half-time show«, algún artista famoso (cuyo nombre honestamente ni me molesté en investigar por adelantado) interpretó varias canciones en el campo de juego, para el deleite de algunos y el aburrimiento de otros. «¡Me encanta ese cantante o grupo que acaba de tocar!», aseguró con emoción una de las espectadoras en el estadio, cuyo nombre probablemente era Ashley o Tina o algún nombre similar de blanquita tejana. Sin embargo, su novio, quien sin duda se llamaba Phil o Brian o algo por el estilo, indicó que «hubiera preferido que en vez de ese cantante o grupo hubieran bailado más las cheerleaders» — a menos que ninguno de los dos equipos haya tenido cheerleaders, en cuyo caso Phil o Brian o comosellame no indicó eso na’.
Luego de varias horas de lid, uno de los equipos logró hacer más puntos que el otro, causando que este fuera coronado como el ganador del Superbowl, aunque la madre mía iba a chuparse ese maratón solo para poder escribir sobre el evento. El jugador más famoso del equipo ganador, quien probablemente es el «quarterback» menta’o, manifestó sentirse «sumamente satisfecho de la ejecutoria» de su equipo, atribuyéndole su victoria a la dedicación de sus compañeros y, ¿por qué no?, a Dios. Por otro lado, su contraparte en el equipo perdedor aseguró que él y sus compañeros hicieron su mejor esfuerzo y agradeció el apoyo de sus fanáticos, quienes probablemente lucieron camisetas alusivas a su franquicia y gritaron enérgicamente durante todo el partido.
Si esta reseña omitió varios puntos relevantes del partido, esto se debe al simple hecho que su autor no vio el partido en cuestión porque estuvo demasiado ocupado durante la noche de ayer no importándole un carajo el football americano.