«Mis amplios conocimientos sobre sismología me llevan a concluir que Dios está jamanequeando nuestro terruño porque está enfogona’o por todos los derechos que el gobierno quiere concederle a los homosexuales», puntualizó la ahora experta científica. «O sea, la semana pasada hubo cuatro, cuéntenlos, ¡CUATRO!, imperceptibles movimientos sísmicos entre 3.0 y 3.5 grados en la escala Richter. No importa que es usual que se registren pequeños temblores en Puerto Rico; no importa que fueron tan insignificantes que no se asustó ni un perro; y tampoco importa que yo solo hago hincapié en asuntos científicos cuando me conviene. ¡Lo que importa es que ignoren toda la falta de correlación entre sucesos geológicos cotidianos y presuntos castigos divinos y que me hagan caso a mí!».
La nueva experta en movimientos de placas tectónicas adelantó que «lo único que se puede hacer ahora para calmar la cólera celestial es orar, orar más, y obviamente darle una ofrenda a mi iglesia: ¡estos Rólexes no se compran solos!».