Surgieron informaciones de que la razón principal por la cual el Vaticano le solicitó al arzobispo que dimitiera a su cargo fue su insistencia en asumir posturas político-partidistas (como el establecimiento del Altar de la Patria). Es igualmente posible que haya influido la imputación de que González Nieves ayudó a proteger a curas pedófilos –aunque es improbable que esta razón tenga mucho peso, porque si la Iglesia enviase cartas de renuncia a todos los líderes religiosos acusados de proteger a sacerdotes pedófilos, el Vaticano tendría que importar a diario furgones de la SeaLand repletos de resmas de papel.
«Sé que muchos de ustedes quieren interceder por mí ante el Vaticano y loar mi gesta completamente apolítica en la Isla», explicó el prelado en un mensaje a sus feligreses, «pero les pido de favor que mejor no envíen ninguna evidencia de ningún tipo a la Santa Sede, por si las moscas. Uno nunca sabe con qué cotilleos o comentarios deslenguados alguien podría venir aunque sea sin querer queriendo, así que mejor es que nadie diga nada; como bien dicen por ahí, calladitos se ven más bonitos. Y menos explotaditos, ¿vi’te?», añadió con una escalofriante mirada patibularia.